GRUPOS DE AYUDA MUTUA
Los GAM están formados por
cuidadores y familiares que se reúnen
semanalmente, con el objetivo de mejorar su situación social y colectiva.
Formar parte de ellos aporta beneficios para ejercer el cuidado.
El papel del cuidador no es
fácil. Son muchas las ocasiones en las que, pese a realizar tan ardua tarea desde
el corazón, la situación acarrea tristeza, angustia y malestar emocional en
general.
Las dudas persiguen al
cuidador.
"¿Estaré haciendo
lo correcto?", "¿qué pasará el día de mañana?"
La
incertidumbre se hace hueco en su vida y se instala a su lado.
El ser humano tiende a
agruparse por naturaleza. Por esta razón aparecen los GAM, Grupos de
Ayuda Mutua. Estos Grupos los integran personas con problemas o
situaciones comunes que se reunen para compartir; tanto lo que les hace sufrir,
como lo que les ayuda.
En los Grupos se
comparten información, experiencias, problemas, miedos y sentimientos.
Esto supone que el cuidador podrá utilizar sus experiencias personales para
ayudar a otros, y a la vez será ayudado por personas que se encuentren en su
misma situación.
Juntos, construyen una red de
apoyo que posibilita el intercambio de afectos, información, destrezas para
cuidar, sentimientos, etc.
En
resumen, el hecho de formar parte de un
GAM permite al cuidador:
·
Encontrar información y compartir experiencias.
·
Aumentar el conocimiento sobre personas en
situación de dependencia.
·
Acceder a la información sobre los recursos que disponen
las administraciones.
·
Compartir, con normalidad, experiencias
dolorosas, dudas y temores.
·
Aprender de la enfermedad, para comprender mejor
qué le pasa a su ser querido y ayudarle.
·
Mejorar el conocimiento de uno mismo, y la
gestión de los problemas del día a día.
·
Encontrar la comprensión de otras personas que
están en la misma situación.
·
Crear un lugar de encuentro donde coincidir con
personas en situación similar.
·
Hacer amistad con personas que nos comprendan y
acepten.
·
Encontrar formas para disponer de tiempo libre.
·
Ofrecer soporte emocional.
·
Reducir el sentimiento de aislamiento y soledad.
·
Incrementar la seguridad en uno mismo y la
confianza.
·
Detección y minimización de la sobrecarga
del cuidador.
Comentarios
Publicar un comentario